En nuestro andar con Jesús debemos de calcular el costo. En Lucas 14 Él nos habla de lo que se necesita para ser un discípulo, amarlo más que a nuestros seres queridos, más que a nuestras propias posesiones e incluso que a nuestra propia vida.
Y es que dedicar nuestra vida a Él es una experiencia gratificante, no obstante, ser un discípulo de Cristo demanda un gran precio y debemos calcular el costo de seguirlo.