Dios coloca a sus hijos donde le puedan dar la mayor gloria a Él, pues tenemos el mejor regalo que podemos entregarle a otros y eso es, la salvación de su alma. Ama a Dios, vive la verdad, predícala y defiéndela, pues el que no testifica de Jesús traiciona la verdad. Lo que sepas o pienses te llevará a glorificar a Dios y agradecerle sus bendiciones.
No existe nada más agradable que ofrecerle algo a alguien que no te lo pueda pagar.