El profeta Nehemías nos enseña a no dejar que la crítica nos distraiga. Es por eso que cuando nos critican o se burlan de nosotros, en vez de responder desde la herida o el enojo, debemos mejor orar a Dios para que nos defienda y nos levante del desánimo, ayudándonos a continuar con entusiasmo y cerrando toda puerta a la amargura.