ISAÍAS 61:3
El roble es uno de los árboles más fuertes, longevos y resistentes a la mayoría de las tormentas. Su madera es dura, y sus raíces se extienden profundamente, haciéndolo permanecer de pie frente a los vientos más violentos. Como creyentes, estamos llamados a estar firmes, estables, y a reflejar un testimonio visible de la justicia de Dios. Ser un “roble de justicia” significa que nuestra vida no debe ser pasajera ni débil, sino sólida, arraigada en la fe y en la obediencia.
Dios nos plantó para mostrar Su poder en nosotros, y para que otros vean Su gloria, reflejada en nuestra constancia y permanencia, como testigos vivos de Su fidelidad eterna.
OREMOS
Jehová, hazme firme en Tu Palabra, profundo en mi fe y constante en la obediencia. Que mi vida sea un testimonio para tu gloria. Amén.
FRASE
La gloria de mi vida es reflejar al que me plantó.
