A veces podemos sentir que nuestro esfuerzo no es tan valorado o reconocido, sin embargo, la Escritura nos recuerda que Dios si sabe lo que estamos haciendo. Él ve lo que los demás no ven y le agrada que lo sirvamos para glorificarlo y no para recibir reconocimiento humano.
Dios conoce nuestro servicio fie a Él y a los demás, así que no dejemos hacer las cosas que Dios nos manda hacer.