QUIETOS EN ÉL

SALMOS 46:10

La promesa de que Dios nos cubre con sus “plumas”, proporciona consuelo y protección, al igual que un padre cuyos brazos son un refugio.

Recuerda que aunque estemos atravesando problemas o angustias, podemos enfrentarlos sin temor, siempre y cuando miremos a Dios como nuestro alto y dulce refugio.

OREMOS

Señor, ayúdame a estar quieto en medio
de mis problemas y poder así conocerte
como mi Dios. Amén.

FRASE

En la quietud escucharemos
la voz de Dios.

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