La promesa de que Dios nos cubre con sus “plumas”, proporciona consuelo y protección, al igual que un padre cuyos brazos son un refugio.
Recuerda que aunque estemos atravesando problemas o angustias, podemos enfrentarlos sin temor, siempre y cuando miremos a Dios como nuestro alto y dulce refugio.
OREMOS
Padre, gracias por cubrirme bajo tus alas y darme un lugar seguro para descansar. Amén.
FRASE
Cuando el temor borré tu esperanza, Dios es tu refugio siempre.