Dios está disponible para clamores inmediatos o para conversaciones largas. Y Él recibe con agrado nuestra interacción, en la que le compartimos permanentemente nuestras alegrías, gratitud, necesidades, preguntas y preocupaciones.
La conexión al trono de Dios está siempre disponible para cada uno de nosotros.
OREMOS
Padre, me acerco a tu Presencia confiado de que atenderás mi clamor. Amén.