No se puede hallar verdadero gozo y satisfacción, simplemente con saber algo sobre el Señor. Más bien usted encontrará eso al andar en comunión con Él cada día de su vida, pidiéndole que haga que los deseos de Dios sean los suyos también.
Así que no huya de Él, obedézcalo y permítale que pueda traer una verdadera paz a su vida.