Mediante las pruebas, dificultades y adversidades, hombres y mujeres han aprendido los caminos de Dios. Muchos hallaron que el amor del Señor nunca cambia y que Él es completamente digno de confianza.
El amor de Dios fortalecerá su alma en tiempos de angustia, independientemente de las pruebas, pues Él es inconmovible.
OREMOS
Padre, Tú estás siempre a mi lado y por esa razón no seré conmovido, gracias por sostenerme. Amén.