En el corazón de todo hombre y mujer hay un lugar que solo Dios es capaz de llenar. Pero mientras no lleguemos al punto de rendirnos por completo a Él, seguiremos siendo vulnerables a todos aquellos pensamientos de temor y a los deseos egoístas, así como el orgullo.
La única relación que puede saciar todos sus anhelos y darle paz, es la relación personal que tiene con Dios, así que jamás lo alejé de ninguna manera.