Si tiene algún deseo de Dios, algún anhelo de sanidad, algún deseo de una vida llena de significado, gozo y esperanza, entonces le invito para que abra las Escrituras, beba cada una de sus palabras que dan vida y haga lo que ellas dicen.
El Señor no solo entiende quién es usted, sino que también le ayudará a ver cómo su vida puede ser mucho más satisfactoria, saludable y significativa.