Cuando usted ora, ¿es usted el único que habla? Que Dios le hable a su corazón es una experiencia poderosa y que puede perderse si monopoliza la conversación y nunca se detiene a escuchar.
Sentarse callado ante Dios hará que Él le hable a su corazón de manera positiva e inequívoca, y usted sabrá que el Señor verdaderamente le ha hablado, y esa es la definición de la vida en su mejor y mayor experiencia.