Los problemas de salud pueden ser descorazonadores, sin embargo, no debemos pasar por alto el hecho de que a veces Dios usa la enfermedad para llamar nuestra atención y hacer que nos examinemos. Dios está tan interesado en usted que usará lo que sea necesario para hablarle.
Él quiere darle dirección y ayudarle a triunfar en sus planes, así que escúchelo, pues Él le sanará de maneras que nunca imaginó.