La pérdida de un empleo, las cuentas que son canceladas anónimamente, una enfermedad e incluso algunas emergencias inesperadas no son sorpresas para Él. Y es que Dios sabe exactamente qué es lo que necesita para llamar nuestra atención.
Y a menudo es mediante circunstancia altamente inusuales que finalmente damos un paso atrás y notamos lo que Él está haciendo en nuestras vidas.