Usted tiene una alternativa todos los días: incluir a Dios en su vida mediante la oración y el tiempo que pasa en su Palabra, o a caminar solo. Lo uno en última instancia produce paz, en tanto que lo otro trae ansiedad.
Sin embargo, note que no simplemente se le promete tranquilidad cuando usted medita en las Escrituras, sino que se le asegura que será bienaventurado, así que incluya al Señor en todos sus caminos.