Tal vez usted tenga sus propias metas, pero recuerde aquello a lo que Dios le llamó y creó. Quienes siguen al Señor de esta manera encuentran advertidas, sí, pero también experimentan el poder del Espíritu Santo para obtener dirección, fe y esperanza al hacer la voluntad del Padre.
Así que no se conforme con algo menos y asegúrese de llevar a cabo el ministerio que Dios le entregó.