La transparencia es una necesidad absoluta para acercarse más al Señor. Y es que el Padre ya conoce todos sus pensamientos y emociones, pero usted expresa su confianza en Él cuando de manera franca le confiesa sus pecados, ansiedades, deseos, dudas y aquellas frustraciones que le roban la paz.
Así que cuéntele a Dios todos los detalles de esa preocupación y permítale le que ministre de una forma especial las partes más profundas de su alma.