Cuando usted se sienta más indigno o derrotado es cuando el Padre está más cerca de usted, llamándolo de una manera tierna para que vuelva a Él. Así que no se resista a su amor y busque su rostro, confesando todas sus faltas.
Agradézcale por invitarle a regresar y recuerde que ni las personas, ni las circunstancias, ni ninguna cosa creada le separarán del amor De Dios.