En tiempos de cambios, muchos se aferran a lo que les parece que nunca se va a acabar, buscando estabilidad en el alivio y en el descanso para sus vidas. Pero el cambio constante trae tensión e impide que encuentren algo duradero.
Hay algo con lo que puedes contar y que nunca va a cambiar, el cuidado, la protección y el amor de nuestro Señor Jesucristo, recíbelo.