Una Fe real y verdadera, demostrada en el comportamiento de los cristianos, fue como actuaban en medio de las crisis y el sufrimiento. Esta Fe fue divulgada de persona a persona por todo el imperio romano.
Una Fe genuina en nuestra vida nos debe llevar a comunicarnos todos los días con el Señor, y a presentar las buenas nuevas de salvación en Jesucristo usando los medios modernos de comunicación que tenemos a nuestro alcance.