Un pecado siempre nos lleva a querer más y una conducta pecaminosa parece ser más apasionante que la vida cristiana. Es por eso que muchos echan a un lado todo pensamiento acerca del banquete de la sabiduría, para comer la comida robada de la insensatez.
No nos engañemos el pecado es peligroso así que antes de desear el fruto prohibido, eche un buen vistazo a quienes lo comieron y vea lo que les sucedió.
OREMOS
Señor, quiero pedirte perdón por todos mis pecados, límpiame y lávame, pues quiero andar en rectitud. Amén.
FRASE
No es ningún cobarde aquel que huye de la tentación, si no sabio.