Las palabras pueden
usarse como armas o como herramientas, hiriendo relaciones o edificándolas. Es triste, pero a menudo es más fácil destruir que construir y muchos han usado más comentarios destructivos que edificantes. Recuerde que todas las personas que se encuentre hoy, pueden ser o un lugar de demolición o una gran oportunidad para construir.
Tus palabras siempre te distinguirán. ¿Serán armas de destrucción o herramientas de construcción?