El cuidado de la vid verdadera no se le confía a la mano de ningún aprendiz; el Padre mismo realiza esta tarea, pues él sabe que cada creyente está unido directamente a la vid verdadera y recibe todas las cosas que necesita mediante el cuidado del gran jardinero.
Él cuida y sustenta cada rama de forma personal pues conoce las necesidades de cada individuo y les provee de sol, sombra, luz y agua según lo considere necesario. Así la rama puede vivir satisfecha sin afanes ni preocupaciones.
Dios les bendiga amados quiero recibir devocionales
Bendiciones.
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Excelente Devocional así la presentación en el recuadro.