Nuestro Dios está vivo, es fiel y veraz, por eso afirmémonos a Él de todo corazón y confiemos en que con su fidelidad enfrentaremos todas las dificultades con calma, confianza y seguridad. Contamos con su gracia para el trabajo y también tendremos recursos suficientes.
Así que este año no le otorguemos al Señor solo una confianza parcial, sino que confiemos en Él cada día y a cada hora y sirvámosle siempre recordando sus benditas palabras: “¡Tengan fe en Dios!”
OREMOS
Padre, este año decido mantener firme mi fe en tu fidelidad, sé que me proveerás y cuidarás en cualquier circunstancia. Amén.