Cuando los recursos no llegan es tiempo de preguntarnos ¿qué es lo que anda mal? Podría ser una prueba temporal para la fe; porque si hay fe, ella soportaría la prueba. Si no es así, sería bueno que no nos engañáramos. Con dinero en el bolsillo y con alimentos en la alacena, es muy fácil pensar que se tiene fe en Dios.
Pero mi experiencia demuestra que Él mantiene su Palabra aún con quienes no confían en Él íntegramente. Y aunque somos infieles, Él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo.