El mundo puede perseguir el éxito, pero las historias de fracasos pasados también pueden brindarnos esperanza, ya que nos confirman que Dios nos ama a pesar de nuestros errores.
¿Has fracasado alguna vez? Todos lo hemos hecho. ¿Fuiste restaurado? Todos los redimidos somos historias de la gracia de nuestro Dios.
OREMOS
Señor, gracias por restaurarme y derramar tu gracia sobre mi vida. Amén.
FRASE
Nuestras historias de fracasos pueden ser las historias de los triunfos de Dios.