EL PEZ

Cuando Jesús llamó a sus primeros discípulos, usó un simbolismo muy cercano a ellos: el pez. Les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. Ellos entendieron que, así como antes lanzaban sus redes para atrapar peces, ahora debían extender sus vidas para rescatar almas. El pez en la Biblia se convierte en el recordatorio de nuestra misión evangelizadora. Y es que no hemos sido llamados a vivir solo para nosotros mismos, sino a compartir el mensaje de salvación, con quienes aún no conocen de Cristo.

Así que cada palabra de ánimo, cada acto de amor, cada vez que damos testimonio de nuestra fe, estamos “pescando” para el reino de Dios.