GÉNESIS 8:11
En los días de Noé, la paloma fue enviada desde el arca y regresó con una rama de olivo en su pico. Ese pequeño gesto fue una gran señal: el juicio había pasado y un nuevo comienzo estaba por llegar. La paloma trajo esperanza en medio de la incertidumbre, confirmando que la vida volvería a florecer. En las Escrituras, la paloma también es símbolo del Espíritu Santo. Así como aquella paloma guio a Noé con una señal de paz, el Espíritu Santo nos guiará con dirección, consuelo y esperanza.
Hoy el Señor nos recuerda que, aunque las aguas de las pruebas parezcan cubrirlo todo, siempre hay un nuevo amanecer en el plan de Dios.
OREMOS
Padre, ayúdanos a seguir Tu dirección y a vivir confiados en que en Ti siempre hay un nuevo amanecer. Amén.
FRASE
En medio de la tormenta, Dios envía señales de paz.
