JUAN 8:36
A veces, la mala hierba se esconde en nuestro corazón y no lo notamos. Me refiero a aquellas cosas que se esconden en la sombra y que parecen inofensivas, pero que pueden echar a perder todo un jardín. Estos sentimientos no solo nos pueden dañar, también contaminan nuestra vida, e impiden que nuestro jardín (nuestro ser) se desarrolle y brille para Dios.
Aprovecha este día para identificar aquella mala hierba como la amargura, la falta de perdón o la cólera, y arráncala de tu corazón, recordando que Jesús ha dado su vida para que tú puedas tener total libertad.
OREMOS
Espíritu Santo, ayúdame a identificar aquellas cosas que están dañando mi vida, pues quiero vivir completamente libre. Amén.
FRASE
Arranca la mala hierba y sigue floreciendo.