¿Si hoy murieras, que sería de ti? Sabes la salvación no es una religión, es una relación y esa relación no comienza cuando llegas al cielo, comienza aquí en la tierra. Dos criminales fueron crucificados con Jesús, y Él les dio a ambos la misma opción, y así mismo te la da a ti hoy. Elige resolver el problema de tu destino eterno, aceptando a Cristo en tu corazón como tu único y verdadero Salvador.
Puedes comenzar haciendo esta pequeña oración.
OREMOS
Querido Jesús, confieso mi pecado delante de ti y te acepto como mi Dios y Salvador, escribe mi nombre en el libro de la vida. Amén.