Cuando decidimos huir de la tentación, Dios nos da un lugar seguro hacia donde correr. La sangre de Jesús, derramada en aquella cruz por nuestros pecados, nos ofrece perdón, esperanza y un nuevo comienzo.
Así que cuidando corremos a Él en nuestra debilidad, Dios nos libera para vivir con su fortaleza.
OREMOS
Señor, hoy decido correr a Ti, mi única fuente de vida y esperanza. Amén.
FRASE
Desespérate por correr a los pies de Dios. Ahí no importa tu condición, importa tu corazón.