¿Cuántas veces has tomado decisiones descabelladas, dejándote llevar por el momento y sin medir las consecuencias? Y es que muchas veces somos influenciados por otros, y para no quedar mal lo hacemos.
Por tal razón, cuando te encuentres presionado a tomar una decisión, no te adelantes hasta pedir a tu Padre que te dirija a hacer lo correcto.