Dios quiere que confíe en Él siempre y por completo, con la fe absoluta de que le provee todo lo mejor para usted, independientemente de lo que suceda. Y su meta final es llevarle al punto en el que pueda decir:
“Lo que Dios quiere es lo que yo quiero. Lo que a Él le agrada es lo que deseo. Porque para mí, vivir significa exaltar a Cristo, mi Salvador”.