Jesús identifica al ladrón como alguien que entra para hurtar, matar y destruir, pero luego nos muestra que Él vino para darnos salvación y verdadera vida eterna.
Él se identifica como la puerta para la salvación y la provisión de Sus ovejas y como el Pastor que da su vida por ellas para tener una relación de amor, cuidado y gran protección, generando así confianza y obediencia.