Si alguien tuvo una buena razón para quejarse de la vida, ese fue el apóstol Pablo. Él sufrió azotes, peligros, luchas, enfermedades, naufragios y eso sin mencionar que a menudo fue criticado y acusado falsamente. Y como todos nosotros, batallaba de continuo con el pecado. Pero aun así, Pablo aprendió a contentarse en todas las circunstancias al aprender a confiar en Dios.
Usted también puede lograr eso, así que, ¿en qué punto de este proceso se halla?