Si no somos obedientes a lo que Dios nos pide, no tendremos un corazón enseñable. Y al que no escucha el consejo, la Biblia lo describe como un burlador, es decir, alguien que, aparte de no escuchar el consejo, se burla o mofa de los principios de Dios.
Cuando decides seguir el consejo del Señor, no solo lo vas a escuchar, también lo alabarás por ello.