El dominio propio es una disciplina necesaria en la meditación. Y es que hay demasiadas cosas que compiten por su atención y puede ser difícil el poder mantener su enfoque en Dios. Si mantener su atención en Él es un problema, acuda al libro de los salmos y pídale a Dios que obre por medio de su Palabra para dirigir su mente.
Con certeza, Él le hablará poderosamente.