Hay solo una fuente de paz verdadera, y es el Señor Dios Todopoderoso, que sustenta el universo entero. Así que la tranquilidad del alma que el Señor da no depende de las circunstancias, sino de su relación personal con Él. Hoy y todos los días, usted tiene dos opciones, confía en sus limitados recursos o confía en Dios.
Ríndase en cada momento al Señor, porque al enfocar su mirada en Él, podrá enfrentar todos los días con la paz indescriptible que solo Él da.