El fundamento de nuestra fe es la confianza y convicción en la naturaleza y el carácter de Dios. Cristo es verdad, Él es la fuente de toda veracidad y no puede mentir. El evangelio es verdadero, porque su fuente es Dios, y todo lo que Él dice es veraz, así que confía en Él y en su Palabra.
Cree porque Él es verdad y no temas en predicar el evangelio.