Sembrar en la tierra y sembrar en el corazón del ser humano son cosas similares, hay que preparar la tierra, plantar la semilla, regarla, cuidarla y a su tiempo cosecharemos. Así que si alguien vive en desesperanza, pues sembremos la semilla de la fe; si hay alguien en amargura, sembremos la semilla del amor, si alguien vive con miedo, sembremos la Palabra de Dios.
Cada día tenemos la oportunidad de sembrar la semilla del amor que tiene el potencial de crecer y dar fruto.
OREMOS
Señor, dame la oportunidad de compartir hoy la semilla en aquel necesitado de esperanza. Amén.
FRASE
Deja que las buenas semillas de Dios sean sembradas en tu vida.