La Escritura nos muestra claramente lo que le complace a Dios. Esto es hacer lo correcto, amar la compasión y caminar con humildad con Él. Hacer lo correcto es totalmente lo opuesto a desobedecerle. Es ser guiados por Su Espíritu y no caer en pecado. Es poder atesorar sus estatutos y cumplirlos.
Es caminar en reverencia y en temor a Dios. Cuando haces lo correcto, Él se complace y su nombre es enaltecido.