Los “qué tal si” podían haber paralizado por completo a Josué debido al temor. En cambio, él triunfó oyendo la voz e instrucciones del Señor y enfocándose en la provisión de Dios. Y usted también puede hacerlo, pues Él le hizo único y le colocó en medio de esas circunstancias con un propósito, por eso Dios se hará responsable y le llevará a la victoria.
Así que olvídese de los “qué tal si”, y solo obedézcalo, y Él le concederá el éxito.