Cuando te sientas triste, desalentado, enfermo, atribulado o con cualquier otro problema, acude a Jesús, pues siempre té ayudará. Él está atento a tu clamor y quitará todo temor que tengas para que tú Fe no se debilite. Y es que la fe es importante para que Jesús intervenga en tu vida.
Solamente cree y confía de todo corazón en que Él tiene el poder para resolver cualquier asunto, pues nada es imposible para Él.
OREMOS
Padre, hoy y siempre creeré en Ti, pues sé que tienes el poder para hacer posible lo imposible. Amén.