La Palabra dice que Jesús vivía con sus padres terrenales, donde crecía y se fortalecía con sabiduría; y la gracia de Dios era sobre Él. Obedecía a sus padres y estudiaba las escrituras, mostrándonos un modelo perfecto al cual imitar. Y es que este mundo necesita de creyentes sabios y espiritualmente fuertes que día a día busquen estar en los negocios del Padre, como Jesús.
Si quieres crecer en la gracia para con Dios, pon tus ojos en Cristo, sé obediente y camina con Dios.