La mayoría de las posesiones materiales pueden ser destruidas por los insectos, el moho o alguien puede robarlas, por tal razón el versículo de hoy nos insta a enfocarnos especialmente en las cosas que tienen valor eterno.
Nuestro verdadero tesoro no es lo que acumulamos, sino en qué o quién invertimos nuestro tiempo y pasiones.
OREMOS
Señor, ayúdame a invertir mi vida en cosas eternas. Amén.
FRASE
Nuestra verdadera riqueza es lo que invertimos en la eternidad.