Para la mayoría de nosotros, ganar o perder un segundo no marca mucha diferencia. Sin embargo, según la Escritura, nuestro tiempo y la manera en que lo usamos sí es importante. El tiempo que tenemos para hacer la obra de Dios es limitado, por eso debemos usarlos sabiamente.
Pablo nos insta a aprovechar bien el tiempo, porque los días son malos.
OREMOS
Señor, gracias por cada segundo que me das, los aprovecharé de la mejor manera. Amén.