Algunos atajos son buenos e incluso necesarios, pero otros solo nos atrasarán o desviarán. Jesús aclaró que para seguirlo no hay atajos y debe ser una decisión de todos los días. Tomar la cruz y seguirle, no será una tarea sencilla, pero vale la pena intentarlo.
Recuerda que Él te ha dado su Espíritu Santo, así que no renuncies ni tomes atajos y paga el verdadero precio de seguirle hasta el final.
OREMOS
Señor, ayúdame para que cada día pueda tomar la cruz y seguirte sin mirar atrás. Amén.