Solo después de que el pecado a Acán fue descubierto, la nación de Israel pudo reconciliarse con Dios. Así como Acán, no siempre pensamos en las consecuencias de ocultar nuestro pecado, alejando nuestro corazón de Dios y afectando a los que nos rodean.
Pero pedir perdón por nuestros pecados restaura la relación y nos permite disfrutar su Presencia nuevamente.
OREMOS
Padre, hoy quiero comenzar mi día pidiéndote perdón, pues no quiero que nada me separe de Ti. Amén.
FRASE
Cuando estamos listos para revelar nuestros pecados. Dios lo está para quitarlos.