Cada palabra a la que le abrimos nuestros oídos, son alimento que llega a nuestra mente, ese lugar donde se libran las batallas más fuertes de nuestra vida. Ocupar la mente en cosas que no son productivas, y que no alimentan la fe, es desarrollar un mal hábito mental.
Por esta razón, aprende a descansar en el dador de la vida y pon tus pensamientos en Él.
OREMOS
Señor, aun con mis pensamientos, quiero honrar y glorificar tu nombre. Amén.
FRASE
Recuerda que tus pensamientos construyen tu vida… ¡Elígelos bien!